martes, 10 de junio de 2008

Guadalupe Plaza (Salta)




¿Para quién nos vestimos?
"La ropa no es solamente una segunda piel, es la aceptación, por el cuerpo, de su extensión comunicativa, expresiva, de relación social y sexual, de proyección erótica. La moda no solo alcanza la envoltura externa sino a todo le ser humano" (kooning)
Mi obra se ha desarrollado desde el comienzo a partir de dos ejes: lo autorreferencial y lo estético. Mi cuerpo ha sido parte fundamental de la obra desde un principio, generando y evidenciando las ambigüedades que despierta exponerse a uno mismo y abrir el dialogo con los que miran. La dualidad abre un juego que inevitablemente lleva a todas las posibles alternativas dialógicas.
Y todas estas variables a su vez nos acercan al centro de la cuestión; el diálogo involucra el afecto, la mirada, la sensación generada cuando el cuerpo es acción y es lenguaje.
El cuerpo como signo estético, como imagen de la relación persona/atuendo/personalidad, forma/moda, ese territorio circunscrito de lo efímero.
Decidí registrar a mis afectos desde ese rostro, retratarlos sin su presencia corporal; identificarlos desde su ausencia a partir de la gestualidad de sus prendas. Comencé a producir la imagen construyendo una edición compartida de la imagen que daría de ellos, el universo de nuestro atuendo es muy diverso, podemos mostrar nuestro lado más íntimo y vulgar o podemos despegar desde lo más exótico y develar aquello que deseamos ser cuando logramos escapar de lo cotidiano.
Existe un Intimo dialogo entre el arte con la moda y la moda con el arte este se da a partir del diseño.
Vestirse o acicalarse es una actitud propia del ser humano, es nuestra condición primaria, ante la mirada del otro configuro mi exterioridad como expresión, a la vez que enmarca al cuerpo como soporte que me involucra en un contexto social donde me expreso perteneciendo o diferenciándome.

La moda no es frívola, esta lejos de ser un asunto meramente banal; constituye un documento estético y sociológico. La historia de la vestimenta es la historia de la representación simbólica de los cuerpos. El vestido hace que el cuerpo se convierta en un texto interpretable q hay q aprender a leer, porque, como decía James Laver "siempre significa algo, aunque ese «algo» en gran medida sea inconsciente". Es parte de un mensaje corporal que expresa valores.
Lo que intento caracterizar aquí es la estética como expresión efectiva. El gusto como algo personal, desarrollado sobre todo en los detalles.
«Descuidar la forma de vestir es cometer suicidio moral» decía Balzac
La moda como soporte y medio expresivo ésta en la calle. Individualismo narcisista, extensibilidad del yo psíquico y corporal en relación con los demás.
Baudelaire defendió la moda como una forma superior de la belleza artística. Ortega y Gasset (influido por Georg Simmel) escribió que "las modas tienen siempre un sentido más hondo y serio del que generalmente se les atribuye y, en consecuencia, tacharlas de superficialidad, como es sólito, equivale a confesar la propia y nada más".
La moda representa un ideal de belleza y, con mucha frecuencia, un acto de amor dirigido hacia los demás.
Lipovetsky reivindica la moda como rebelión frente a la tradición y manifestación de una sociedad mas libre, antidogmática y flexible donde predominan la mentalidad abierta y la tolerancia, dice que el vituperio moralizante contra la moda debe ser superado: más allá de su irracionalidad y su aparente derroche, contribuye a una edificación más racional de la sociedad en cuanto socializa a los seres en el cambio y los prepara para un reciclaje permanente.

Debes conservarte igual -aconseja Warhol- en períodos en que tu estilo ha dejado de ser popular porque, si es bueno, volverá y una vez más serás reconocido como una belleza


G-



* agradecimiento especial a Marcela López Sastre

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso es el amor a la moda...
:)